viernes, 2 de septiembre de 2011

Requisitos para la certificacion en HDT

Lo Que Debemos Saber de HTD Para Que Nos Certifiquen

Requisitos para la certificacion en HDT

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CINCO AÑOS DE EDUCACION NORMAL

Propone la SEP 5 años de Normal
La Secretaría de Educación Pública (SEP) busca que la formación de maestros de educación básica pase de cuatro a cinco años. Hasta ahora, las licenciaturas de preescolar, primaria, secundaria y educación física tienen una duración de seis semestres de educación escolarizada y dos de práctica profesional.
Sin embargo, en la propuesta de reforma de los planes de estudio en las escuelas Normales, que la SEP ha abierto a consulta, se establece que los alumnos estudien ocho semestres de educación escolarizada y dos de práctica profesional intensiva. Además, incorpora el estudio del inglés como segunda lengua para todos los normalistas y el uso de tecnologías en el aula para la enseñanza.
De acuerdo con la propuesta de reforma curricular, se modifica la formación de maestros, pues éstos pasan de enseñar conocimientos a sus alumnos -que los aprenden de memoria la mayoría de las veces- a desarrollar competencias y habilidades en los estudiantes. Asimismo, se pone énfasis en la enseñanza de español, matemáticas y ciencias, con una mayor carga curricular para estas asignaturas. En los planes de estudio vigentes que son de 1997, agregó, hay sólo dos cursos de matemáticas y la propuesta es que ahora sean cinco. Lo mismo que para gramática.
De acuerdo con la Secretaría de Educación Pública, hoy arranca la prueba piloto de la reforma curricular en las escuelas Normales y, el próximo año, a partir de sus resultados, se le podrán hacer los ajustes necesarios para generalizarla en el ciclo escolar 2012-2013. Antes, deberá publicarse en el Diario Oficial de la Federación.
Reforma, lunes 22 de agosto de 2011

Articulan nivel básico
La Secretaría de Educación Básica (SEP) publicó en el Diario Oficial de la Federación el Acuerdo 592 para la Articulación de la Educación Básica. El Acuerdo establece el nuevo Plan de Estudios 2011, que se divide en cuatro periodos: uno de preescolar, dos de primaria y uno de secundaria. Además define el perfil de egreso al concluir la secundaria, los estándares curriculares y los aprendizajes esperados por periodo, grado, bloque y asignatura.
El Plan de Estudios 2011 pone énfasis en el desarrollo de competencias, el logro de los estándares curriculares y los aprendizajes esperados. Estos últimos, señala el acuerdo publicado el viernes de la semana pasada, constituyen referentes para evaluaciones nacionales e internacionales que permitan conocer el avance de los alumnos de educación básica.
Reforma, lunes 22 de agosto de 2011

Tiene la palabra la presidenta vitalicia
Por vez primera, la lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo, fue anunciada ayer como presidenta vitalicia del SNTE. "Tiene la palabra la ciudadana maestra Elba Esther Gordillo Morales, presidenta vitalicia del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación", expresó el presentador de la Presidencia de la República durante la ceremonia de inicio del ciclo escolar 2011-2012.
Gordillo subió al estrado y dijo que la embargaba una emoción de niña y adulta porque el evento le recordaba sus momentos cuando ella iba a la escuela.
Reforma, martes 23 de agosto de 2011

Pone SEP a prueba cartilla de evaluación
A partir de hoy, la Secretaría de Educación Pública (SEP) pondrá a prueba en 7 mil escuelas la Cartilla Nacional de Evaluación, el documento que sustituirá a la boleta de calificaciones en el 2012.
La cartilla establece 4 niveles de mérito -A+, A, B, C- y se equiparan con calificaciones numéricas. "La evaluación docente a los aprendizajes esperados por el alumno será numérica y se asignará en número del 5 al 10, con la posibilidad de que los mismos se expresen en decimales; sin embargo, con el objeto de facilitar la asignación y comprensión de los resultados de cada evaluación, de acuerdo a los niveles de logro para cada aprendizaje esperado, en cada bloque de educación básica, podrán expresar los resultados en letras", señala el documento.
Con la nueva cartilla, los maestros en vez de calificar conocimientos aprendidos de memoria, evaluarán si los estudiantes alcanzaron los aprendizajes esperados, establecidos en el plan de estudios 2011.
La SEP plantea que cada alumno tenga una cartilla con una duración de 12 años, dividida en cuatro periodos de educación básica: 1 de preescolar, 2 de primaria, y 1 de secundaria. Será una especie de expediente de cada alumno, pues registra además del nombre, CURP, la clave del plantel donde estudió cada grado escolar, incluso cuenta con un apartado para identificar si un alumno se trasladó de una escuela otra y cuándo.
A través del documento, el maestro podrá dar seguimiento al conocimiento adquirido por cada alumno, así como a las observaciones hechas por los anteriores profesores sobre su aprendizaje. También quedarán registradas la disciplina y la puntualidad, las cuales se califican como "Excelente", "Bueno" o "Requiere mejorar".
La cartilla contiene dos criterios para evaluar la actitud, el esfuerzo y el comportamiento del alumno: "Aceptable", con una palomita, o "Necesita atención", con un tache. Sin embargo, para que la cartilla entre en vigor la SEP deberá modificar el Acuerdo 200, que establece el actual método de calificación numérico del 5 al 10. También deberá ser aprobada por el SNTE, pues forma parte de los acuerdos de la Alianza por la Calidad de la Educación.
El plan de estudios 2011 define también estándares curriculares sobre los conocimientos mínimos asimilados un estudiante. Cada maestro contará con un cuadernillo de evaluación por alumno con los criterios sobre el aprendizaje esperado de cada grado y asignatura, para registrar el avance y poder calificar el bimestre.
Reforma, martes 23 de agosto de 2011

Sancionará la SEP 135 conductas de acoso escolar en sus planteles
Como parte de las acciones que impulsa la Secretaría de Educación Pública (SEP) para garantizar condiciones de seguridad en los centros educativos del país, por conducto de la Alianza por la Calidad de la Educación y del programa Escuela Segura, en este ciclo escolar se implementará el llamado Marco para la Convivencia Escolar en planteles de preescolar, primaria y secundaria, así como de educación especial del Distrito Federal.
Los documentos –de los que La Jornada tiene copia– prevén que se sancionen 135 conductas “inaceptables” en los planteles de educación básica, como la “insubordinación” o desobediencia al personal escolar, tener conductas de “deshonestidad académica”(engañar, plagiar y coludirse para usar materiales escolares ajenos), así como planear, participar u ordenar actos de bullying y ciberbullying, que incluye sanciones por difundir imágenes o cualquier contenido denigrante en contra de integrantes de la comunidad escolar.
Las medidas disciplinarias, que no contemplan la expulsión del estudiante “infractor”, incluyen penalizaciones, como realizar “servicio social o comunitario”, pérdida de “privilegios escolares” –no participar en la escolta, visitas a museos o parques–, exhortos verbales, compromisos por escrito del alumno, trabajo académico especial, reposición del daño, canalización a instituciones externas, como clínicas de conducta, centros de salud y de atención a violencia intrafamiliar, e incluso, hospitales siquiátricos.
En los casos considerados “graves”, la SEP podrá solicitar la intervención de la Secretaría de Seguridad Pública, así como ofrecer “facilidades y orientación” al alumno agredido para que presente la denuncia o querella correspondiente ante el Ministerio Público (MP).
En secundaria, además se podrán aplicar suspensiones que van de tres a 10 días, en los que el alumno permanecerá en el interior del plantel realizando actividades “dirigidas y supervisadas” por autoridades educativas.
Las acciones son impulsadas por la Administración Federal de Servicios Educativos del Distrito Federal, encabezada por Luis Ignacio Sánchez, quien confirmó que el Marco de Convivencia se aplicará a mediados de septiembre próximo, tras concluir con una “última ronda de consultas”. La reglamentación considera, entre otros aspectos, la firma de Acuerdos para la Convivencia del Alumno y de Corresponsabilidad de los Padres de Familia con el Proceso Educativo, en los que se comprometen a “aceptar las medidas disciplinarias”, pues tanto las faltas como su “corrección” quedarán integradas al expediente de cada alumno.
Los llamados Estándares de Conducta clasifican, por niveles de gravedad, las faltas y las acciones disciplinarias. En preescolar sólo se mencionan 13: ausentarse sin justificación de la escuela; ingresar sin gafete; llegar tarde, asistir desaseado y despeinado, realizar actividades distintas a las solicitadas por el maestro, separarse intencionalmente del grupo, dañar materiales didácticos, instalaciones o mobiliario escolar, tomar posesiones de otro alumno, mentir, golpear o discriminar, así como incurrir en comportamientos que “amenacen la salud y la seguridad personal y de sus compañeros”. De presentarse la mayoría de estas acciones, la SEP recomienda a los padres de familia llevar a los alumnos (de tres a cinco años de edad) a recibir atención “especializada” y deberán presentar un comprobante de que acude a terapia.
En primaria, donde se clasificaron 45 faltas disciplinarias, divididas en cinco niveles, dependiendo de su gravedad, se sanciona comer en el salón, llegar a la escuela sin libros de texto gratuito, utilizar rudeza verbal, hacer ruido excesivo en el salón, así como “publicar o distribuir material o literatura difamatoria”, incluida la publicación en Internet.
En secundaria, donde se concentra la mayoría de las posibles “faltas disciplinarias” con un total de 77, éstas se ordenaron en 10 apartados: conductas indisciplinadas que perturban el orden, altamente perturbadoras, peligrosas, discriminatorias, violentas, agresivas de índole sexual; de riesgo por posesión, consumo o distribución de sustancias tóxico adictivas; de riesgo por posesión y/o uso de armas blancas, y de riesgo por posesión, uso o distribución de armas de fuego y explosivos.
Destacan aquellas consideradas “conductas peligrosas”, como utilizar prendas o accesorios que puedan estar asociados con “pandillas”, al igual que “hacer gestos o signos” de éstas. También será objeto de sanción usar “vestimenta inadecuada, prendas para la cabeza u objetos que perturben el proceso educativo”.
La Jornada, viernes 26 de agosto de 2011

NIÑOS Y NIÑAS SOBREDOTADOS, OTROS ALVIDADOS EN MÉXICO

Las sociedades del siglo XXI requieren del desarrollo del conocimiento, la ciencia y la tecnología. Por ello, el bien más preciado será el talento, la inteligencia y la creatividad humana. Al contrario de los recursos no renovables, el talento y la inteligencia humana es un recurso renovable, que se puede desarrollar y cultivar. Sin embargo, en México tenemos un problema en dos niveles: a) nuestras creencias sobre la inteligencia; b) las creencias sobre la escuela. Estas creencias combinadas han evitado que nos preocupemos los niños y niñas que tienen talentos y gran inteligencia. Es apenas en el siglo XXI cuando un estudiante se puede graduar de la universidad a los 16 años, contra todo pronóstico y dificultades que plantea el sistema educativo mexicano:

En el 2011, Andrew Almazán Anaya se convirtió en el sicólogo más joven de México. Tiene 16 y a los 18 también será médico. Recibió la carta que acredita que cumplió con 100 por ciento de los créditos de la carrera de Sicología en la Universidad del Valle de México (UVM), en la mitad del tiempo de lo que le tomaría a un estudiante promedio. El niño genio, con 162 de Coeficiente Intelectual (IQ, por sus siglas en inglés), superior al de Albert Einstein, tuvo que enfrentar lo que casi todos los superdotados; un erróneo diagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). Hasta los nueve años portó la etiqueta de insubordinado. Como pocos, sorteó un sistema educativo incapaz de detectarlo y darle seguimiento. La mayoría de los genios mexicanos ahí se quedan extraviados. Por eso, aunque genéticamente debería haber casi un millón de ellos, nadie sabe dónde están. Si hoy Andrew quisiera insertarse en un puesto de trabajo fuera del mundo de los superdotados tendría que pasar, de nuevo, por un camino difícil. Basta con que se pregunte ¿cuántos tocarían la puerta del consultorio de un sicólogo adolescente de 16 años? “Las instancias del Estado tenemos que voltear a ver el fenómeno en dos ámbitos: primero, en cómo le hacemos para acompañar a los niños que son capaces de terminar la primaria en tres años y la secundaria en uno y medio y convertirse en licenciados antes de cumplir 18 años; y luego, cómo los incorporamos al mercado laboral en una sociedad donde siguen existiendo paradigmas sobre todo aquello que sale de lo ordinario. “De pronto a un chico de 16 años le antepones un prejuicio por su edad y a lo mejor por la experiencia, y eso es discriminación”, dice Hilda Téllez, directora general adjunta de quejas y reclamaciones del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

Su historia forma parte de millones de niños y niñas mexicanos que son ignorados por el sistema educativo y por la sociedad:

Almazán ha atraído la atención del país y declaró que se prepara para continuar con sus estudios en los campos de la neurociencia y la neuropsicología. Ataviado con corbata y bata de médico en su oficina del Centro de Atención al Talento (CEDAT), una pequeña escuela de aprendizaje para superdotados fundada por su padre y su madre hace un año, Andrew gesticula poco y habla rápidamente con los ojos fijos en su interlocutor. "Desde que era pequeño no sólo me ha gustado la medicina y la sicología, sino también la geografía, la astronomía, la historia, e incluso la filosofía. Pero como son varias áreas las que me han interesado, lo que me llega es a faltar tiempo para poderlas realizar todas", manifestó Almazán, quien confiesa que la mayoría de sus amigos son, cómo él, superdotados. Formado en el seno de una familia cristiana, este joven practica el piano y el hockey sobre hielo como pasatiempos, es cinta negra en taekwondo y le desagradan las redes sociales como Facebook. A los seis años ya había leído varias obras de Shakespeare, enumeraba huesos del ser humano y planetas, y exhibía una "memoria prodigiosa". A los nueve años los padres decidieron educar al menor en casa, al ver que en la escuela los niños lo aislaban y no jugaban con él, y después de que Andrew fuera diagnosticado con trastorno por déficit de atención. La preocupación por la educación de su hijo llevó a sus padres a fundar una escuela en la que enseñan habilidades especiales a menores con capacidades intelectuales superiores, empleando un método desarrollado por padre e hijo y que ambos bautizaron "el ordenamiento de las inteligencias". Con sólo doce años, Andrew Almazán ingresó en la universidad.

La gran mayoría de los niños y las niñas con talentos, gran creatividad e inteligencia prodigiosa en realidad encuentran poco que hacer en la escuela mexicana. Se encuentran atrapados en la monotonía y baja calidad escolar y en las creencias familiares que no saben cómo ayudarlos a desarrollar sus potencialidades:

En México, hay por lo menos un millón de niños genio, algunos de los cuales por desconocimiento, mal diagnóstico médico o falta de atención terminan siendo expulsados de las escuelas por ser “problemáticos” aseguró Asdrúbal Almazán, médico cirujano egresado de la UNAM y fundador del Centro de Atención al Talento (Cedat). “Si un menor es muy inteligente y en lugar de canalizarlo lo atacan, y recibe agresiones tanto de su familia como de sus compañeros y maestros. Ese es el problema de los niños sobredotados, básicamente que los aíslan de las escuelas, y como hablan de otras cosas y tiende al liderazgo, no todos los aceptan”. “Suele suceder que cuando se les diagnostica con déficit de atención e hiperactividad se les manda a terapia, prácticamente se la pasan sedados y consumen medicamentos que detiene su actividad y capacidad intelectual”. La capacidad de su cerebro trabaja a un ritmo más rápido, pasan de una actividad a otra porque terminan pronto, son muy motores, “se mueven mucho, se paran y hablan mucho también y se les cataloga también como niños enfermos… pero esto no es así, ya que los niños sobredotados preguntan mucho y siempre está ávidos de conocimiento”. Sobran ejemplos en México; Valery tiene únicamente cuatro años y se sabe los 118 elementos que contiene la tabla periódica, además de que ya sabe leer, resolver elaboradas operaciones matemáticas. Es la niña genio más jóven que ha detectado el Cedat. Dafne tiene nueve años, está por culminar la preparatoria y el próximo año iniciará la carrera de psicología. Las dos menores acuden al Cedat, donde a través del ajedrez, dibujos, juegos de acertijos, música clásica, rompecabezas de piezas grandes y diminutas, globos terráqueos, y bloques de plástico para armar, sin perder en absoluto divertimentos como correr, brincar y cantar, han logrado potencializar sus capacidades intelectuales que superan a la de un niño común . Ambas, como otra docena de menores que asisten a dicho centro, fueron calificadas como niñas problema e incluso con trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) porque se paraban de su lugar, distraían al resto de sus compañeros, o simplemente no hacían la lección por resultarles demasiado aburridas, varia veces pusieron contra la pared a las maestras por la cantidad de preguntas que no podían responder. Pero lo que parecía un problema de conducta y de salud mental para maestros del sistema escolarizado privado y público, en realidad se trataba de niñas sobredotadas, que tienen la habilidad de aprender jugando los países y sus capitales, cada hueso del esqueleto humano y animal, cuestiones de astronomía, historia, geología, biología, medicina, literatura e idiomas, sin someterse a arduas horas de estudio.

Talento, creatividad, innovación... palabras que aparecen una y otra vez en los discursos de las autoridades educativas, docentes, investigadores, empresarios. Palabras que no se aplican dentro de un sistema educativo de baja calidad que sigue funcionando con la metáfora de la fábrica, que no respeta ni le interesa el desarrollo de la inteligencia de cada uno de sus estudiantes. ¿Han diagnosticado a tu hij@, sobrin@ o niet@ como problema, que tiene problema de atención, que es demasiado inquieto? Documéntate, infórmate, explora en internet, quizá el problema es que es talentoso o tiene una gran capacidad cognoscitiva. Hoy necesitamos todo el talento y potencial humano para salir de este hoyo en el que nos encontramos.

PS. Un libro que vale la pena leer ya que muestra que una vida plena se encuentra, generalmente, después de dejar la escuela. ¿Por qué? Porque la escuela mata la pasión por el aprendizaje:

Ken Robinson (2010): El Elemento. Descubrir tu pasión lo cambia todo. México: Grijalvo.